jueves, 22 de marzo de 2012

El asesino confeso de Toulouse muere durante el asalto de las fuerzas especiales


La breve y demencial carrera terrorista de Mohamed Merah, de 23 años, el supuesto soldado francés de Al Qaeda que confesó ser el autor de las muertes de siete personas (tres de ellos niños) en Toulouse y Montauban, ha terminado este jueves con la misma violencia que empezó. Merah, francés de origen argelino, ha muerto durante el asalto de las fuerzas de élite RAID de la policía francesa, que entraron en el piso donde se parapetaba el joven tras 32 horas de asedio en las que, según la policía, asumió todos sus crímenes pero se negó a rendirse.
Los agentes del RAID comenzaron a preparar la irrupción al apartamento a las10.30 hora local. Primero se oyeron tres detonaciones, luego hubo un largo rato de silencio, y hacia las 11.20 los policías abrieron fuego. Durante tres minutos, desde las calles adyacentes se oyó un intenso tiroteo, con largas ráfagas de lo que parecían metralletas y armas automáticas.
Según la policía, Merah estaba escondido en el cuarto de baño cuando entraron los agentes y respondió con fuego al fuego. El ministro del Interior, Claude Guéant, matizó que Merah “saltó por el balcón disparando, y cuando llegó al suelo estaba muerto”. El ministro no aclaró si el terrorista murió a causa de los disparos de los asaltantes o de la caída, aunque esto parece improbable porque el piso es una primera planta. Después, fuentes policiales afirmaron que Merah murió a causa de los disparos de la policía cuando trataba de huir por la ventana. 
La operación ha dejado dos policías heridos, uno de ellos grave, que han sido trasladados a un hospital local. La policía informó de que durante el asalto los agentes del RAID han disparado “más de 300 cartuchos”.
Nicolas Sarkozy, el presidente de la República, ha felicitado a las fuerzas de seguridad. “El responsable de los atentados ha sido identificado y eliminado. Hemos hecho todo lo posible para llevarlo ante la justicia, pero no queríamos arriesgar ni una sola vida. Ha habido ya demasiados muertos”, ha dicho el presidente, que ha llamado una vez más a la unidad nacional y ha pedido a sus compatriotas que no estigmaticen a los musulmanes de Francia. “Los compatriotas musulmanes no tienen ninguna culpa de las intenciones enloquecidas de un terrorista, no podemos caer en ese tipo de amalgamas”, ha afirmado, recordando que Mohamed Merah mató también a tres militares musulmanes.
Tras reunirse con el primer ministro y el titular de Interior, Sarkozy ha anunciado una revisión urgente del Código Penal para perseguir actitudes que hoy no están penadas por la ley y que adornaban el currículo fanático de Mohamed Merah: las personas que consulten de forma habitual páginas de Internet que hagan apología del odio y el terrorismo serán castigadas penalmente, así como aquellos que viajen al extranjero para recibir adoctrinamiento o difundan ideas que alientan el odio. El fiscal de París, François Molins, informó el miércoles de que Mehar era un “salafista atípico" y que había viajado al menos en dos ocasiones a Afganistán y Pakistán.
El drama de Toulouse y Monauban ha reabierto el debate sobre la seguridad antiterrorista en Francia en plena campaña electoral para las presidenciales. El entorno del presidente ha anunciado que Sarkozy retomará esta tarde a su campaña electoral con un mitin en Estrasbourgo a las seis. El último sondeo muestra que la intención de voto del presidente-candidato ha mejorado dos puntos en los últimos días, y hoy marcharía en cabeza para la primera vuelta del 22 de abril. El sondeo estima que Sarkozy perdería ampliamente la segunda vuelta del 6 de mayo ante el socialista François Hollande.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Alain Juppé, ha asegurado que el “pequeño número de yihadistas franceses está controlado" y que, de hecho, el sospechoso "había sido interrogado recientemente por las fuerzas de seguridad”. Juppé ha asegurado que entiende que "la gente se pregunte si ha habido errores por parte de los servicios secretos", y ha añadido que desconoce si los ha habido pero que en todo caso el asunto será investigado.
Durante el asedio, Merah confesó a la policía ser miembro de Al Qaeda y se atribuyó la autoría de las muertes de tres paracaidistas, el 11 y el 15 de marzo, y de cuatro ciudadanos judíos (tres de ellos niños) el pasado día 19. Todas las víctimas murieron de un disparo en la cabeza efectuados a quemarropa.
Según la policía, durante las negociaciones para su rendición, el joven les dijo que su intención era seguir matando y que no pensaba rendirse. Los agentes no habían tenido contacto con el sospechoso desde el miércoles por la noche, lo que generó dudas sobre si estaba vivo o muerto. "No ha habido movimientos. Esperamos que siga vivo", había declarado el ministro del Interior, Claude Guéant. El último contacto con él fue a las 22.45 del miércoles, cuando en principio había anunciado que se entregaría, cosa que no hizo. Pero en ese momento, según el ministro, "entró en otra lógica, y declaró que quería morir con las armas en las manos".
Durante la noche, tres violentas explosiones sacudieron la zona cercana al edificio de Toulouse donde se atrincheró Merah desde las tres de la madrugada del miércoles. Poco después de oírse las explosiones, fuentes del Ministerio del Interior dijeron que las bombas tenían como objetivo "intimidar" al joven. La primera de ellas reventó la puerta de acceso a la vivienda, según la agencia France Presse
El martes, la policía detuvo a la madre y a un hermano del asesino confeso, Albelkader Merah, y a una persona más no identificada. Sarkozy ha dicho hoy que la justicia investigará la complicidad de estas personas en los crímenes de Mohamed Merah. 




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